VienTo VueLve A sER ComO AYeR


Debían ser todos hermanos. Había subido al bus camino a mi departamento, y ellos cantaban y cantaban con desentonada voz. Para pesar mío se mandaron con los últimos éxitos de Grupo Cinco, Caliente y todas las bandas que la rompen con la música chicharra. Infaltable la Culebrítica “zazaza”, infaltable “que levante la mano… quien no sufrió por amoOoOOoOr…”, hasta el arbolito de Néctar “…tu nombre y el MiOoOoO…”. Creo que era clamor popular que estos diablillos dejen de cantar por la salud de nuestros oídos y en pro de la concentración del señor chofer que bien justificado tendría un accidente a causa de la pérdida del sentido de orientación pues estos niños ya cansaban y a cualquiera lo desencajaban.

Al fin (y muy felizmente) terminaron y la hermana mayor nos habla a todos “disculpen señores pasajeros, damas y caballeros, de esta manera quien le habla quien les saluda… somos cinco hermanos que a la vez trabajamos y a la vez estudiamos y queremos llevar aunque sea un pan a la mesa de mi hogar, no me de la espalda no me ignore, apóyenos aunque sea con diez centavitos…”

El más pequeño de los hermanos debía tener unos tres años a lo más, y pasaba junto con la hermana mayor de unos doce por los asientos recogiendo las voluntades, las miradas sentenciadoras, y las miradas de lástima que los pasajeros les podían dar.

Mientras “pasaban gorrito”, el resto de la banda familiar, que con duda serían una revelación algún día, desentonaban una canción que siempre que la escucho de donde sea me conmueve y es justamente la que está en este link.

“viento vuelve a ser como ayer,
viento vuelve a ser como ayer,
como aquellos días en que yo vivía,
junto a mi xxxx y la madre mía,
como aquel entonces tan sólo era un niño,
y en esa pobreza qué feliz yo era
Viento vuelve a ser
como el ayer para sentir
el comienzo de mis días,
el comienzo de mi historia”

Esta vez también me conmovió. Es una de mis canciones favoritas y el genio de José María Chacalón (padre) sabe interpretarla con un sentimiento sin igual.
Pues si de niño se podía ser feliz sin mucho de lo que ahora requerimos, si se podía sonreír al recibir aún lo más pequeño, si uno se alegraba con tan sólo un caracol en la lonchera ¿Qué pasó entonces en todos esos 20 años?

Comentarios

Juan Carlos ha dicho que…
Uff! A mí me ha tocado ver escenas similares muchas veces. Parece el sino de América Latina, el ver a nuestros niños cantando al son del hambre.

Y pensar que cuando vienen bodrios desafinados, como Enrique Iglesias(o su padre) la gente paga dinerales, pero cuando se trata del canto de la calle, sólo saben lanzar miradas hirientes.

Yo siempre doy una moneda, aunque no me guste lo que cantan. A final de cuentas, nadie está libre y yo soy mucho más desafinado que ellos.

Saludos.
otipicni ha dicho que…
Osea que en tu pais tb ocurre lo mismo. Hasta los problemas nos unen a los paises LAtinoamericanos... ¿cual es entonces el sentido de absurdas discusiones? si tenemos tanto en comun.
Anónimo ha dicho que…
Bueno a mí me pasó algo similar en la 73 cuando iba para San Isidro , asu creo que entraron como 5 veces vendedores de caramelos y hubo un par de niños que cantaron las canciones Chacalón, luego un tío se puso pesado con el chofer y todo el mundo lo insultaba para que se baje. Una hora en una combi sin mp3 ,ni una buena lectura a la mano es interminable, Bye nos leemos.

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