El PrINcIPiTo RelOAdEd

Hace una semana recibí una llamada mientras almorzaba antes de mi clase de mecánica de fluidos. Era Delia, una amiga que no veía desde hace bastante a pesar de estudiar en la misma universidad. Nuestra conversación fue más o menos como sigue:

Delia: voy a proyectar el principito el siguiente viernes como tú eres fan del principito, te aviso para que no faltes.

Otipicni: Genial ahí nos vemos entonces.

Aunque no fue una conversación para nada extensa, quedé con mucha ilusión de ir a ver la película de mi personaje literario favorito.

La película muestra la historia un poco distinta a la que aparece en el libro, pero me parece que la esencia se mantiene. No voy a hablar de la película, sino del Principito, la película sólo me ha dado la excusa de entrar al tema.

El Principito es, sin duda, uno de los mejores libros que he leído jamás. Lo he leído muchas veces y cada vez me trae mensajes distintos, me hace notar cómo es que mi actuar se va corrompiendo por el ambiente de todos los días y cómo es que voy dejando de lado la inocencia y la sencillez de la vida que sólo pueden tener los niños (y que deberíamos recuperar). Es la reivindicación de la filosofía de vida del niño que no entiende de dinero, de cantidades, de edades ni de corbatas, sino que entiende de colores, sentimientos, de amistades y amores, de esperanza, de preguntas y de ovejas en una caja.

Algunos creen que este es un libro de literatura infantil, pero creo que un niño no lo entendería como una persona mayor. La persona mayor, en el libro, descubre “cosas nuevas” o mejor dicho cosas que el supo de pequeño, pero que ha olvidado; el niño, encuentra ahí su filosofía y no hay mucho que descubrir. La persona mayor ya no ve la imagen tenebrosa de una boa constrictor tragándose a un elefante sino que apenas puede ver un sombrero. ¡estamos tan limitados!

El principito, con sus viajes, sus preguntas y sus historias, nos jala las orejas para que no perdamos nuestro principito interior, para que al ver las estrellas sepamos que en una de ellas está él y lo escuchemos reír y todas las estrellas rían juntas.

Tengamos todos una rosa, seamos domesticados por la amistad y alegrémonos con una oveja sencilla porque en la sencillez podemos encontrar alegría.


Comentarios

djavu ha dicho que…
me falta tanto por leer :(
y kreo q la primera vez q vi a alguien tan interesado en la literatura fue con el principito.. mi amiga(9años)lo estaba leyendo por enesiva mes.. y en medio del kampamento!
en ese entonces no le preste mucha antencion...y ahora despues de algunso años(jeje)..tengo ganas de leerlo!
otipicni ha dicho que…
pues no r arrepentirás de hacerlo, a mi m gusta mucho

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