Baile

15 años, los que tenía y los que Inés había cumplido el martes pasado, pero que se celebraba esta noche. Iba a ser en la casa de uno de sus tíos, de los tíos acomodados, una casa muy grande de piso de madera y cuadros hermosos al mismo tiempo que extraños.

Normalmente no era de ir a fiestas, pero debía ir a esta. No me la perdería por nada del mundo porque ella vendría, y deseaba enormemente bailar con ella. A pesar de no ser buen bailarín, estaba decidido a acercarme e invitarla a la pista de baile. Todo lo tenía planeado y hasta ensayado. Hola …… me alegra mucho que hayas venido esta noche, te ves muy linda ¿bailamos?. Aquel era el floro para convencerla de bailar. Además había practicado el baile con unos maniquíes de la tienda de mamá, nada podía salir mal.

Estábamos todos los varones reunidos afuera de la casa de Inés desde las 10.30 pm, Julio y Pedro fumaban de la forma más exhibicionista posible y uno que otro se le acercaba para pedirle un puchito y ellos ya tío pero no mucho cada uno terminaba tosiendo convulsivamente. A mi nada me importaba más que llegue…… Las chicas iban a venir todas en la van del papá de Rocío.

Todas estaban bellísimas, bajando de la van negra como si se tratara de reinas de Hollywood descendiendo de una gran limosina. Esperaba emocionado cuando baje mi estrella número uno, pero no bajó. Le pregunté a Carmen que vivía junto a su casa y me dijo que no iba a venir porque había tendido un compromiso familiar. Mi plan estaba destruido por ese imprevisto. Ya todos entramos y luego salió Inés con su vestido y la canción de Timbiriche, luego Chayane y su tiempo de vals un dos tres un dos tres. ¿qué estará haciendo ahora mismo? ¿por qué no contesta las llamadas? ¿por qué no responde los mensajes? ¿será a propósito?. Preferiría mil veces no estar en esa casa grande de piso de madera y cuadros extraños. Aún así me quedé, decidí que lo mejor sería beber cerveza con mis amigos (como la canción de 6 voltios) hasta ver qué pasaba luego. No estaba en mis planes bailar si no era con ella.

Sentado bebiendo cada vez que la ronda llegaba hacia mí, veía las luces intermitentes del lugar, las chicas bailando, los varones conquistando, yo pensando. Y cosa extraña. Sentía que me divertía, que me gustaba estar así sin que me importe bailar porque en realidad no me importaba si no era con quien quería, estaba sentado en una fiesta bebiendo cerveza, sintiendo cómo mi cuerpo iba reaccionando ante la fría cerveza. Era una experiencia única. La pensaba en demasía, la veía en todos sitos, y sufría y me gustaba ese sufrir. Y de repente alguien me saca de mi asiento y de mi fantasía y mi felicidad. ¿dónde estaba? ¿en la pista de baile?. Rocío me había sacado a bailar ¿porqué no te diviertes? Definitivamente nadie me entendería si les explicaba lo bien que me la estaba pasando sentado y pensando. No me quedaba otra que seguirle la corriente en lo del baile. De todas formas no estaba concentrado, luego otra vez la vi por doquier y esa noche no bailé con nadie más que con ella, y algunos pensaban que estaba ebrio, pero no, estaba completamente lúcido. Cumplí mi deseo de sacarla a bailar. Me acerqué a ella y le dije Hola …… me alegra mucho que hayas venido esta noche, te ves muy linda ¿bailamos?. Y bailé con ella el resto de la noche. Mantenía los ojos cerrados con todas mis fuerzas para no perderla de vista. Oh! esa noche fui muy feliz, el adolescente más feliz de todo el mundo.