LuNes


Definitivamente pensé en la mañana que hoy no sería un día extraño, creí que talvez me pasarían una de esas cosas que tienen que ver con viajeros del tiempo, vampiros, con agentes secretos o algo que escape de lo ordinario de mi vida que últimamente ya se ha hecho bastando común.

Y en verdad que tenía motivos para pensar que así sería pues hoy no empezó como la mayoría de días. Hoy me levanté a las cinco de la mañana, ya desde ahí era raro pues ultimadamente (si la RAE me permite utilizar este adverbio) lo he estado haciendo a las 8 o 9 :o ). Luego abrí mis ventanas para ver el azul-oscuro cielo y respirar algo del frío y húmedo aire josegalvino de la madrugada, intentaba ver más allá de lo que la neblina me permitía para ver si se podía notar algo del mar, pues hay días en los que sí se puede ver desde la ventana de mi cuarto. Weno lo raro estuvo en que mi no muy sensible olfato percibió el olor del chicharrón, sí ese de los que uno puede saborear hasta chuparse los dedos en Puente Lurín o de esos que hacen los vecinos pro-salud, pro-techado o simplemente pro-bolsillo.

Aquel inusual aroma me hizo pensar que probablemente hoy no sería un día normal, lo que hice luego fue irme a hacer deporte ¡? Notan lo extraño no? Luego regresé a mi casa algo sudado por el deporte y para colmo de males no salía agua del bendito caño, pero lo pude solucionar hábilmente con algo de agua que teníamos guardada. Luego se me ocurrió, no sé porqué, escribirle a una persona a quien no conocía, a lo más había intercambiado unas cinco palabras, a lo más tenía su correo y se me ocurrió escribirle, después de todo tenía en mente que el día sería especial y no me debería sorprender hacer ese tipo de cosas que rompen con la rutina de uno. A esa persona no la veía desde ya hacía como seis meses (y solo fue una hora en que la vi...) y nada más, lo más probable es que ni siquiera se acuerde de mí y aun así le escribí.

El día siguió en su a veces indeseable inevitable transcurrir y pasó entre un juego de monopolio incompleto con mis hermanos y un viaje a Gamarra pa ayudar a mamá con las compras. Hasta ahí nada extraño, nada raro, solo que ...


Por la noche entré al msn, y weno tuve una que otra charla amena, respondí otro correo y lei algún post entretenido, luego hice alguna llamada y nada más, vi a Guillermo Giacosa por la tele en una conversaciòn sobre el budismo y nada màs...

Y sentí que después de todo había sido un buen día.

Después de todo hoy no resultó nada extraordinario ni fuera de lo común, fue talvez uno de los días más sencillos, pero uno que más he disfrutado, talvez por la expectativa que tenía de él lo que me hizo ponerle harto punche para disfrutar todo el día de hoy. Talvez para tener un buen día no nos tengan que pasar cosas extraordinarias ni sentir un olor a chicharrón a las cinco de la mañana, sino sólo debamos poner de nuestra parte.

Al final creo que mañana puede ser especial si me lo propongo.

Comentarios

Entradas populares