AlGo AtRaZaDo

Nue tenido tempo de escribir algo sobre navidad, pero como ya pasó ya mejor no digo nada... pero seguro que estás mordiéndote los labios de ansias, así que les contaré un pokito de lo que fue mi Navidad.

Lo que más me gusta de estas fechas de fin de año es el panetón y el chocolate, me revienta mucho tener que esperar hasta diciembre para conseguir panetón fresco. Y el chocolate, aunque sentaría mejor en invierno, es un gran acompañante del panetón. Ambos logran un sabor muy muy muy rico J.Generalmente las noches de navidad son familiares, de encuentros con los primos y primas que no ves hace mucho, con esa odiosa tía que siempre dice que estás más grande y con esas personas mayores que hacen comentarios como “cómo pasa el tiempo no ?” ( por cierto me llegan los que dicen eso...) y “si pes, recuerdo cuando era un chikito...” y luego te recuerdan algo embarazoso que tu cerebro ya había reprimido.... creo que la mayoría de navidades son así, pero no para mí.

Para que entiendas (no creas que dudo de tu incapacidad mental ah?) te contaré que mi familia se dedica al comercio (y si ya lo sabías te lo vuelvo a decir) así que todas las navidades de todos los años me toca ir a ayudar a trabajar por esas fechas, y nos quedamos hasta tarde, no exagero si digo que muchas veces hemos pasado la media noche en el mercado, pero no lo digo para dar pena ni nada porque iwal al menos estamos todos juntos, sólo lo siento por mi hermana menor que antes prefería mil veces pasarla en casa que en el puesto.

Las mejores navidades que pasé fueron aquellas en las que la venta de artefactos pirotécnicos no era tan ilegal como ahora, pues muy aparte de “reventar cuetes” yo era un Gran comerciante de esos productos, en verdad mi hermano y yo, eran buenos tiempos aquellos: el tiempo de las vacas gordas y de los hermanos socios. El problema fue que el dinero que obtenía luego de cada campaña cuetera mi mamá lo guardó, “¿qué vas a hacer con tanta plata?” y es tenía ya bastante dinero ahorrado y creo que era demasiado como para lo que un púber de catorce años se imaginara gastar, así que le permití guardar mi dinero, dinero del cual solo he visto su apariencia física una sola vez. Ya lo dice el viejo y conocido refrán: “Si quieres para ti dinero gastar, nunca a tus viejos se lo des para guardar” (no es estúpido tener que hacer refranes que rimen?). Han tenido que pasar 5 años (cómo pasa el tiempo no?....) para que me sea útil, porque lo usé para comprar mi calcu (una TEXAS Titanium TI 89 :)). Mis navidades pasaron entre alegrías por algún juguete curioso y penas por regalos que me decepcionaban mucho (como aquella máquina deescribir que me dieron una vez ... a pesar de que luego me serviría mucho puesto que la gran mayoría de mis trabajos de cole los hice con mi Olivetti, esa vcez me dio mucha pena.. :'( ). Papa Noel? Nunca creí en él. El gordo ese... era obvia su inexistencia. Aunque no puedo negar que muchas veces he jurado creer en él como para mantener eso que llaman espíritu navideño.

Mis últimas navidades las he pasado enfermo, es que soy muy propenso a enfermarme L y las dos últimas (incluyendo esta) no han sido la excepción, la anterior navidad me enfermé por dormir en el gras a las intemperie, los detalles los dejaré para otra ocasión o por si me preguntan personalmente... no es para contar aquí. Esta última navidad tb la pasé enfermo no sé porqué, pero hay quienes dicen (en verdad es solo una persona) que me enfermo porque me estreso y eso ocasiona que nosequecosa produzca noseque y sea más fácil que me enferme... weno puedes ser.

Pero yo no quería hablar sobre mis navidades sino sobre mis años nuevos. Y es que hoy que estoy escribiendo es 31 de diciembre (aunque esta entrada la publique el 2 de enero... es una vaina no tener internet en casa...).

Mis años nuevos últimos tb los he pasado enfermo y al iwal que mis navidades, los mejores años nuevos han sido esos en los que me dedicaba al comercio ilegal, qué bacán era vender cuetes... la enfermedad ha sido una de mis más largas compañías... y no me gusta, pero ahí stá.

Sucede que el 31 de diciembre es el cumple de mi viejo. Antes (así como pasa con muchas cosas) me emocionaba más con las fechas, ahora ya no. Y antes me esforzaba por obsequiarle algo a mi viejo, pero ahora ya no; recuerdo incluso que le hacía tarjetas, pero ahora ya no; recuerdo que le daba un beso en la mejilla y le decía feliz cumpleaños, pero hoy no lo hice. ¿a dónde se fue ese entusiasmo, ese el que tenemos cuando niños...?

Weno debido a esta efeméride familiar adicionada al año nuevo tb he tenido muchas penas y alegrías, de las penas recuerdo muchas que han dejado huellas en mi mente y que si bien creo que no generan resentimiento con ninguna persona aún así me hieren de vez en cuando...

El fin de año nos pone reflexivos, y a su vez el inicio de año nos llena de expectativas por lo que viene. Les deseo lo mejor para este año, así que pongamos mucho entusiasmo en él :P.